Yoga, un viaje de autodescubrimiento

 


Mi camino del yoga comenzó cuando vi fotos asombrosas de chicas y chicos que a mi razón desafiaban las posibilidades del cuerpo humano. Mi ego me invitaba a intentar todas esas asanas (posturas) asombrosas y realmente retadoras. El deseo de poner un pie detrás de mi cabeza, sostenerme con las manos o torcerme como un tornillo fue lo que me acercó al yoga, pero no es lo que me ha mantenido en su mundo infinito de autodescubrimiento. 


Algunas veces me lesioné cuando inicié este viaje, y es probable que me lesione en el futuro, pero ahora todo va desde otra perspectiva. Mis emociones son inexplicables cuando realizo mi práctica de asanas; siento que soy alguien totalmente distinta. Mi cuerpo danza, y mientras más me fundo en el momento experimento una expansión de mi corazón, me siento completamente conectada, fusionada en el Universo, me hace sentir infinito amor. 



Cada vez que caigo simplemente me levanto para intentarlo de nuevo. Cuando mis rodillas comienzan a doler, me libero lentamente de esa asana y pienso que debo ser más compasiva conmigo misma. Un espasmo durante la práctica me hace ver que no estoy lista para explorar mi cuerpo tan profundamente y que debo ser paciente.



Amo yoga porque su práctica no se separa de las lecciones de la vida. Me ha ayudado a aprender y reconocer como nuestra mente puede ser dura y juiciosa, pero realmente venimos a este mundo a amar, respetar y aceptar. La vida no es competencia ni un desafío, es solo un viaje de autodescubrimiento.


Myrna Campos

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los beneficios del Hatha Yoga

La paciencia es una virtud que se cultiva con constancia